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Mostrando entradas de septiembre, 2020

Unidos en el sueño

  UNIDOS EN EL SUEÑO Los ascensores se demoraban en venir. Finalmente apareció uno cargado con muebles y me di cuenta que serían para el departamento vecino que hacía tiempo que estaba desocupado. Pensé que, después de tanto tiempo, al fin se ocuparía, sentiría ruidos y señales de vida del otro lado, que ayudarían en la noche a sentirse acompañado... Me fui para el trabajo pensando qué clase de vecinos lo habitarían; si tendrían chicos, perros o gatos. A la noche, al rato de haber vuelto del trabajo, tocaron el timbre, miré por la mirilla y vi una esbelta mujer, supuse que sería la nueva vecina. - Buenas noches, me llamo Libia – se presentó. - Mucho gusto, Albérico. - Quiero pedirle un favor. Me mudé esta mañana. Se quemó la lámpara de la cocina, ¿tendría una escalera para prestarme? - No, pero tengo un escabel con el que siempre me arreglo; si me permite, se la cambio. Me agradeció la ayuda y juntos nos dirigimos a su departamento. Al pasar vi que estaba ab

La batalla final

  LA BATALLA FINAL Cansado y preocupado me había tirado en la cama para descansar, cuando al mirar hacia el techo vi caminando por el cielo raso una hormiga. Instintivamente me levanté para matarla, pero frené mi impulso homicida y decidí detenerla e incomunicarla, encerrándola en un frasquito. Hasta ahora había matado muchas hormigas, esta era la primera prisionera y quedaría en esa situación hasta que se aclarase la situación actual. Al acostarme, por mi mente desfilaron escenas de mi anterior lucha contra los formícidos, hasta llegar a esta alienante situación actual. Desde que vine a vivir a esta casa, había combatido intensamente las hormigas, les ponía venenos y por temporadas desaparecían, pero como había un extenso ligustro periódicamente volvían. Un día al bajar del auto, vi una fila de hormigas que bajaban del techo de tejas, giraban en ángulo recto y seguían por la pared a una altura de cinco centímetros del suelo hasta el ligustro. Me di cuenta de su proced